Soul Survivors
En los estilismos Marquise, Sasha, Perséfone, Lavernne, Evony y Favole:
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Cámara e iluminación: Xabicas
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Edición fotográfica: Lety GF
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Modelo y maquillaje: Jenifer MacÃas Curras
En Arlene:
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JoyerÃa; Andrea Piñeiro Joyas de autor
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Cámara y edición fotográfica: Lety GF
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Iluminación: Carlos Gende
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Modelo: Lydia Botana
Despojada de su hogar la oscuridad la empieza a ahogar, Ya casi no puede recordar las cosas del pasado que la podrÃan iluminar. Puede ver el azul del cielo por el que los pájaros pueden volar, pero no consigue ver un azul... que sólo se le aparece al soñar. Un dÃa en su oscuro camino por un nuevo sitio va a pasar, y vuelve el recuerdo de su hogar La frÃa mar!!! Se adentra en ella para escuchar, ella afectuosa la deja entrar. Como regalo se llevará las olas que en su cintura va a bordar.
Su encuentro anterior nuevos recuerdos desterrados traerá, y al ver el reflejo de sus labios en el agua del amor y la guerra se acordará. Continuando su camino tropezará y se caerá, el rojo sangre que brota de su herida un nuevo vuelco al corazón le dará. El recuerdo del amor y la pasión y una mecha prenderá. Caerá en la cuenta de que sola está Y la tristeza no la abandonará.
Un nuevo dÃa llegó por casualidad de violeta se vistió, sin conocer el poder psicológico que el color le inspiró. Entonces su falda una carpa de circo le recordó, aquella que de pequeña visitó y un nuevo caos en su cabeza creó. La transformación de su persona por un momento ya se olió, y con otros insólitos impulsos se conectó. Para el próximo dÃa combatir sus miedos se planteó y que su espÃritu de paz querÃa llenar, pensó.
El otoño de hojas el suelo cubrÃa, como si de una alfombra se tratara, y medio paralizada su falda al pasar con ella se mezclaba. Para dar el primer paso y salir de la pesadilla fantástica en que vivÃa, se fue a buscar los verdes bosques que en sueños a veces revivÃa. CreÃa que aquella naturaleza, al igual que en su infancia le ayudarÃa, y que le darÃa fuerzas para que la nueva vida llegara con el nuevo dÃa.
Una corazonada le decÃa que ya se estaba retrasando, que empezara el cambio o pasarÃa de largo caminando. SentÃa como las cadenas de su cuello la iban ahogando, y para tocar fondo se hundió llorando.
Tras una larga estancia en el pozo pensando, consiguió ver su reflejo en el agua flotando. Se elevo y se puso en pie con gran esperanza albergando, rompiendo la jaula que le estaba acorralando.
Corrió hacia la nueva luz la que ahora le iluminarÃa, la que en su cuello y sus muñecas sin grilletes el brillo del sol reflejarÃa. Después de años una vieja capa encontró, se la puso y con alas de pajarillo se sintió. Y por fin voló hacia su nuevo yo!